Matías Choroszczucha
Es hijo de padre uruguayo y madre argentina. Su vida transcurrió entre ambos países, estudiando, conociendo y adoptando diversos saberes de la historia artística y la vida de estos pueblos. En el año 2001 comenzó estudios de Bellas Artes en Buenos Aires y cursó talleres de vitrofusión con Carlos Herzberg, dibujo con Roberto Páez y soldadura con Raúl Gómez. En la ciudad de Montevideo se sumó al CEA (Centro de Expresión Artística), dirigido por el artista Nelson Ramos.
En 2006 ingresó a la UNA (Universidad Nacional de las Artes, Argentina) para realizar la Licenciatura en Pintura. En 2008, participando de la Fundación Esteban Lisa, conoció a Isaac Zylberberg (discípulo de Esteban Lisa), quien fue su maestro hasta su fallecimiento en el año 2021.
Ese mismo año, Matías promovió un espacio de artes y oficios llamado Gallo Rojo en la localidad de San Isidro, provincia de Buenos Aires, y al año siguiente continuó a cargo del Taller de Dibujo y Pintura en la Fundación Esteban Lisa. A fines de 2022, junto a un grupo de compañeros, decidieron reformar el taller y convertirlo en archivo/museo, quedando inaugurado en 2023 el Museo Isaac Zylberberg en la Fundación Esteban Lisa.
En el año 2023 se radicó en Punta Ballena, Maldonado, junto a su familia, donde continuó la experiencia de Gallo Rojo. Allí creó el espacio CASA LAS GRUTAS, donde diariamente se dictan clases de arte para niños, niñas, adolescentes y adultos.
Sus diversos trabajos, realizados en forma colectiva e individual, se exponen desde el año 2006 en distintos espacios artísticos de Uruguay, Argentina y España.
Ignacio Choroszczucha
Nací el 12 de mayo de 1986 en Buenos Aires. Desde pequeño me involucré con la música, comenzando con la guitarra en la escuela primaria. Luego estudié violín, canto, percusión, composición, luthería y otras disciplinas artísticas.
En una feria, encontré un violín de lata "TOBA", lo que despertó mi interés por la luthería y los instrumentos originarios. Desde 2007 me dedico a fabricar instrumentos, dando talleres con materiales reciclados en escuelas como Aula XXI y Esnaola.
Estudié violín en el Conservatorio Manuel de Falla, composición, y participé en orquestas y conciertos. Di clases de violín y orquestación, y en 2016 fundé Sonora Bambini, una productora musical basada en instrumentos hechos por mí.
Toqué en clases de danza junto a LOUTA, y en 2017 integré orquestas de gypsy jazz y tango en Buenos Aires y Europa. Estudié con Jean Christoph Gairard y cofundamos Sonato Tzigano, fusionando música balcánica y argentina.
En 2018 me sumé a La Familia de Ukeleles como violinista y compositor, presentándome en destacados escenarios. Más tarde inicié Elcolo y la Macumba, mi proyecto personal como autor y compositor.
Durante la pandemia, viví en Córdoba, donde creamos Suena La Lata, un taller itinerante de instrumentos y juguetes reciclados. En 2021 me radiqué en Uruguay, donde formé el trío Camiare y cofundé el Taller de Artes e Inventos en Casa Las Grutas.
Diego Abreu
Uruguayo nacido en Argentina un 16 de septiembre de 1979. De niño no había cosa que no desarmara. ¿El motivo? Quería saber cómo funcionaba. Creo que eso me definió como autodidacta por naturaleza. ¿Qué quería ser cuando era chico? Inventor.
Un momento clave en mi infancia fue allá por el año ‘87, cuando tuve mi primera computadora: una TK-95 que se conectaba al televisor. Ahí me acerqué por primera vez a la programación.
Mis gustos van desde la electrónica, informática, física, química… hasta la cerámica.
¿Mis estudios? Bueno, lo básico, más "Radio y TV" en UTU (Maldonado). Ahí fue cuando terminé de apasionarme por la electrónica, aunque era el curso que más se acercaba en ese momento.
En 1998 empecé trabajando como docente de informática y ahí le tomé el gusto a la programación. Me fui vinculando con colegas que me apuntaron en la dirección correcta y me compartieron mucho conocimiento. Mi carrera como programador fue así: mucha búsqueda, prueba y error.
Hasta el 2023, trabajé como programador durante más de 20 años, principalmente como backend en sistemas web.
En 2024, luego de cerrar esa etapa como desarrollador, sentía que necesitaba seguir desarrollándo-me… y fue justo ahí cuando conocí a Matías y su Taller Casa Las Grutas.